Jornada de trabajo entre la Universidad de la Plata y la UPEFE
Autoridades provinciales junto a especialistas de la Universidad Nacional de la Plata, recorrieron días pasados el complejo de edificios Ruca Malén, de la localidad cordillerana de Villa la Angostura.
La misma está dentro del marco para la elaboración del proyecto ejecutivo y puesta en marcha del plan integral de intervención para la restauración y refuncionalización del complejo de la localidad.
El proyecto de restauración fue diseñado por arquitectos de Villa La Angostura y aspira al aprovechamiento integral de su entorno natural para la realización de actividades recreativas, deportivas y culturales. En el marco de elaboración del Plan Integral de Restauración del Complejo Ruca Malen, en el cual se encuentran trabajando el equipo de especialistas de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de La Plata, junto al equipo de la Unidad Provincial de Enlace y Ejecución de Proyectos con Financiamiento Externo.
El monto de inversión de los trabajos supera los 30 millones de pesos, fondos provenientes de un crédito del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), gestionado por el Estado provincial a través de la Unidad Provincial de Enlace y Ejecución de Proyectos con Financiamiento Externo (Upefe). Las tareas estarán a cargo de la Universidad de la Plata, contratada a tal efecto por el Estado neuquino.
La hostería Ruca Malen, está ubicada a la vera del lago Correntoso, en el circuito Siete Lagos y es uno de los lugares patrimoniales y turísticos más importantes de la Patagonia. Según un estudio de oferta y demanda elaborado por la cartera de Turismo nacional, en época estival la afluencia promedio es de 100 mil visitantes, dentro de un espectro anual de 480 mil visitantes.
El edificio original fue diseñado por el arquitecto Alejandro Bustillo en 1940. Fue, por mucho tiempo, uno de los monumentos de la zona junto con la residencia El Messidor en Villa La Angostura, el hotel Llao Llao y el Centro Cívico de San Carlos de Bariloche, obras enmarcadas en las políticas de Ezequiel Ramos Mexía y el Perito Francisco Pascasio Moreno.
En los años 1950 y 1960 el complejo Ruca Malen tenía mil metros cuadrados de superficie cubierta, con 74 camas y un comedor para 150 personas. El nuevo proyecto plantea un abordaje en tres bloques diferenciados.
El bloque A corresponde al edificio que se encuentra en mejor estado de conservación y sólo requiere de una puesta en valor sin modificaciones estructurales ni formales de intervención inmediata. Para este bloque se estableció un uso de carácter educativo vacacional del tipo planta campamento, tanto para estudiantes como para adultos mayores.
El bloque B se plantea en una segunda etapa, ya que es el que se encuentra en peor estado de conservación edilicia, pero es el más rico en cuanto a las características arquitectónicas del sistema constructivo en madera de comienzos del siglo XX en la zona. Para este bloque se propone un museo interactivo que potencialice el uso del complejo, con obras importantes en la estructura que garantice la seguridad del edificio.
Por último, el bloque C conservará su uso como espacio de servicios gastronómicos para 150 personas, pero reacondicionado mediante intervenciones de carácter formal. Respecto de las habitaciones ubicadas en la planta alta, se propone el destino de hotel a fin de no modificar la estructura exterior. En los tres bloques se incorporarán sistemas alternativos de iluminación, calefacción y tratamiento de efluentes.